martes, 4 de diciembre de 2007

¿Por qué?

La miré extrañado. ¿A mi padre? No veía razones por las que tendría que hacer tal cosa. Si bien era cierto que la relación con mi padre ya por esos momentos estaba completamente desmejorada.

- ¿Cómo?
- Es difícil que lo entiendas de momento, Leonardo. - Melissa barajeaba entre sus manos todos los papeles - Pero aquí en mis manos tengo todo tu pasado, y aquí, en mi cabeza, todo tu futuro.

Aquello me ponía nervioso. ¿Qué significaba todo aquello? ¿Por qué, pese a haber estado sintiendo tanto miedo, aún permanecía allí escuchando lo que aquella vieja chiflada me decía? Algo, claro, que no tenía ni pies ni cabeza.

- ¿Quién eres tú? - Le pregunté.
- Ya te lo he dicho. Soy Melissa Bornhart. Estás en mi acogedora casa, esperando que cambie tu vida.
- Ya, pero, ¿por qué? ¿Qué significa todo ésto? ¿Por qué tendría yo que matar a mi padre?
- Tu padre esconde un secreto que nadie vivo sabe. Tu padre vive tras una máscara. Y tú, Leonardo, eres quien se la va a quitar, y quien nos va a desvelar a todos ese secreto.
- ¿Y cómo usted puede saber eso?
- Todavía no quieres saberlo. - Adoptó una expresión totalmente pícara - Tu padre tiene un don, Leonardo. Un don que le ayuda a vivir en esa farsa en la que se oculta. Él ha cometido muchos crímenes de los que, gracias a su don, ha salido impune. Él ha intentado violar las leyes que le fueron rígidamente impuestas, ha conseguido engañar al sistema una y otra vez. Dentro de unos años, con su muerte, el universo se verá nuevamente compensado.
- No pienso matar a mi padre.
- ¿A cuál?
- ¿Perdón? - Pregunté arqueando las cejas.
- ¿Sabías que existe alguien llamado Leonardo Stigliari? Aparte de ti, obviamente...

¿Eso qué quería decir?

- ¿Eso qué quiere decir? - Cada latido de mi corazón sonaba como un sonoro tambor.
- Que la persona que tienes que matar no es tu verdadero padre.
- ¿Soy adoptado?
- No exactamente. - Dijo.

¿Cómo que 'no exactamente'?

- Tranquilo, Leonardo, las respuestas a su debido tiempo. Te prometo que, si confías en mí, y agarras mi mano desde ahora, conocerás a Leonardo Stigliari Sénior. Aunque te adelanto que dentro de un tiempo eso será lo que menos te interese.

- ¿Por qué mi padre nunca me lo ha dicho?

- Verás, Leonardo, la historia no es tan sencilla. No se trata ni de una adopción, ni tu verdadero padre es alguien normal. No es ahora el momento de explicarlo, porque necesitaríamos más tiempo. Darío y Leonardo tienen historia, una compleja historia que deriva en porqué tú has acabado bajo el techo de Darío durante estos 11 años. Ya te lo he dicho, tiempo al tiempo.

Sólo me quedaba esperar.

- De acuerdo.

- Volveremos a vernos. Ahora es mejor que vuelvas a casa, Darío y tu madre estarán preocupados. Jamás les digas que has estado conmigo. Vuelve la semana que viene, ¿de acuerdo? A partir de entonces, poco a poco, te iré mostrando la verdad y el significado oculto de todo esto.

Así lo haría. Las heridas de mi brazo estaban secas. Pasé por el lavabo para limpiar la sangre. Me despedí de Melissa. En el camino a casa supe que las cosas habían cambiado completamente. Tenía encima de la mesa decisiones que debía tomar, matar a mi padre, conocer a mi verdadero progenitor... Saber el pasado de mi padre, qué sería su don. Todo aquello, hacia breves horas, no existía. Parecía que todo se había complicado demasiado, pero para nada era así. En realidad, las cosas se habían simplificado y Melissa había quitado esa sucia tela que me impedía ver la realidad por completo. Ya sólo faltaba mi perenne disposición a aceptar mi sino.

A partir de la semana siguiente, comenzaría mi eterno aprendizaje.


Fin del tomo I.

2 comentarios:

Xaider dijo...

Como siempre, me has dejado "patidifuso". No sé si las cosas se van a aclarar ahora, o se va a complicar la trama ...

Sigue así, que a Leonardo lo veo dentro de poco en cines

Anónimo dijo...

locuraa...